La CE ha propuesto una Ley de Chips a los Estados miembros que permita a Europa alcanzar la independencia digital y reforzar el liderazgo tecnológico.
Con la transformación digital, los chips semiconductores son activos estratégicos para las cadenas de valor industriales. La Ley de Chips de la UE tiene como objetivo reducir la dependencia de las importaciones de terceros países para mitigar los riesgos geopolíticos, estar menos expuesta a las interrupciones de la cadena de suministro y participar en futuros desarrollos de la inteligencia artificial.
El papel de Europa
Los mayores mercados finales de semiconductores en Europa son los sectores automotriz e industrial, que representan casi dos tercios de la demanda europea. Dentro del segmento industrial, se espera que la demanda aumente aún más en los próximos años, impulsada por la mayor automatización y por la creciente incorporación de capacidades analíticas en los dispositivos y la maquinaria. En definitiva, cualquier sector que utilice sistemas de inteligencia artificial necesita semiconductores avanzados.
No obstante, Europa es un jugador relativamente pequeño en diseño y fabricación, con una cuota de mercado de un 10%. Esta ausencia de capacidad de producción se debe a la falta de una demanda a gran escala de chips avanzados como resultado de la ausencia de una gran industria electrónica de consumo.
La escala es esencial para lograr suficientes rendimientos de la inversión. Esta falta de escala hace que para las grandes fábricas Europa no sea un mercado atractivo para establecer su producción. Además de las economías de escala, Asia también es atractiva por la agrupación industrial y los subsidios gubernamentales.
Para diseñar y construir chips de última generación se requiere mucho conocimiento, algo que sólo está al alcance de los operadores experimentados. Para establecer una fábrica de vanguardia en la UE es primordial la participación de los principales fabricantes, como Intel, TSMC y Samsung.
La Ley de chips de la UE
La Ley movilizará más de 43.000 millones de euros de inversiones privadas y públicas para alcanzar el objetivo de conseguir una cuota de mercado del 20% en 2030.
La Ley se centra en cinco áreas:
Además, un Fondo de Chips facilitará el acceso a la financiación de las empresas emergentes.
Una vez publicada la recomendación por parte de la CE, se anima a los Estados miembro a iniciar los esfuerzos de coordinación para comprender la situación actual de la cadena de valor, adelantarse a posibles perturbaciones y adoptar medidas correctoras.
Más información
European Chips Act: Communication, Regulation, Joint Undertaking and Recommendation