Nuestro partner ABAS Iberica, expertos en diseño e instalación de software ERP para empresas industriales, nos ofrece los cinco puntos claves para tener en cuenta al seleccionar un sistema ERP y mejorar así las áreas funcionales de la empresa, la eficiencia y la transparencia de los procesos:
En muchos sentidos, el sistema ERP que elija una empresa será el principal medio donde se unirán las distintas áreas funcionales de la empresa en un todo unificado. Al seleccionar e implementar una solución de software ERP, se pretende mejorar la eficiencia y la transparencia de todos los procesos empresariales, que incluyen desde compras y abastecimiento, fabricación y control de inventarios, hasta ventas y marketing, distribución y gestión de relaciones con los clientes.
La selección de un sistema ERP no es algo que deba tomarse a la ligera. Se deben destinar recursos organizativos considerables a la implementación de un nuevo sistema, pues el coste de una implementación deficiente puede resultar abrumador. Así, el proceso de planificación y selección es fundamental para realizar una compra exitosa de una solución ERP. A continuación, se detallan cinco criterios clave que debe considerar antes de decidirse por un sistema ERP:
Su lista actual de requisitos y necesidades no debería ser la única información que guíe una decisión de compra. También debe considerar qué funcionalidades necesitará a medida que su empresa se desarrolle o sufra modificaciones.
Dar a los empleados la posibilidad de trabajar como, donde y cuando les parezca ha impulsado la productividad considerablemente. Si la funcionalidad móvil es limitada, será imposible lograr ese aumento de eficiencia.
Un proveedor de software ERP debe proporcionar referencias de clientes con los que puedan tener contacto y puedan explicarles el proceso de implantación en primera persona. Es importante señalar que no puede simplemente centrarse en el software en sí, sino en la experiencia del equipo de implementación del proveedor y en su visión general desde el punto de vista técnico/empresarial. En muchos casos, en los que un sistema ERP no cumplió con las expectativas, no necesariamente fue porque el software era deficiente, sino más bien, porque algo salió mal durante la implementación. Por ejemplo: no tener un equipo de dirección del proyecto.
Cada área funcional de la empresa trabajará diariamente con ciertos tipos de datos, mientras que otros tipos de datos no serán de utilidad. La experiencia del usuario debe poder personalizarse, es decir, cada usuario sólo debería ver la información que le resulte más relevante por razones de simplicidad. Esto incluye la localización para las empresas internacionales que necesitarán datos específicos de la región y unidades de medida para todas las configuraciones regionales. En esencia, un buen sistema ERP será capaz de presentar la información correcta, a las personas adecuadas y en el momento oportuno.
Es fácil quedar atrapado en los costes iniciales, pero realmente debería considerar el coste total de propiedad a largo plazo. Tenga en cuenta los costes de implementación a largo plazo relacionados con la gestión de cambios. Su sistema ERP debe estar configurado para reflejar un estado futuro de sus procesos empresariales, pues a medida que sus procesos evolucionen, tendrá que tener en cuenta los costes de formación y otros gastos relacionados.