En un entorno con grandes tensiones geopolíticas, en muchos países aumentan las barreras técnicas al comercio. Los mercados están aprobando nuevas normas de comercialización e implantación. “Estamos en un mundo globalizado y a la vez multipolar. La normalización está ganando peso. Si teníamos normas de carácter sectorial, ahora son más transversales e inspiran a los legisladores para aprobar nuevas leyes. La digitalización y la sostenibilidad son los ámbitos donde se genera nueva regulación. En este contexto, es esencial conocer las exigencias de cada mercado”, explica Óscar Puig, director de Nuevos Retos Industriales de amec.

Es por ello por lo que amec se ha implicado en la actividad de la Asociación Española de Normalización (UNE). Formar parte de los procesos de normalización da acceso a la información acerca de las normas en cada uno de los mercados, lo que posibilita conocer qué características debe cumplir un producto en el país donde se quiere exportar. A través de su participación en los distintos comités, amec y sus miembros pueden conocer de antemano las nuevas normas y anticiparse. También es posible influir en las decisiones de normalización que se toman en Bruselas, y que son de obligado cumplimiento. “El aumento de la regulación en Bruselas responde a la voluntad de poner mayores barreras a la entrada de los productos asiáticos, así como incrementar aún más el prestigio tecnológico, innovador y de impacto social de los productos europeos”, indica Óscar Puig.