Conforme se hace evidente que la guerra entre Rusia y Ucrania no finalizará a corto plazo, las consecuencias del conflicto están afectando las relaciones y posición estratégica de la UE, Estados Unidos, China y Rusia.
Fruto de la participación de amec en el seminario organizado por CIDOB este mes de octubre, compartimos con los miembros las principales conclusiones sobre la posible evolución del conflicto en Ucrania.
Opinión pública en Rusia
Una facción de la opinión pública en Rusia solicita al gobierno que anuncie claramente que está en una guerra abierta con Ucrania, posibilitando que se movilicen más recursos para poder ganarla. Se entiende que las movilizaciones de reservistas responden a estas demandas, con el objetivo de acallarlas. Sin embargo, empieza a surgir el conocimiento de que estos reservistas están acudiendo al frente sin la formación ni el equipamiento necesario.
Hay que añadir a este contexto que las recientes anexiones de las cuatro regiones ucranianas a la Federación rusa se han realizado sin dejar claro qué fronteras comprenden estos cuatro territorios, siendo evidente que Rusia no controla totalmente las regiones.
Papel de la Unión Europea, Estados Unidos y China
Posibles escenarios de futuro
No se percibe un final a corto plazo del conflicto. Por un lado, con la contraofensiva actual de Ucrania, hay elementos objetivos para creer que Ucrania puede ganar la guerra en el campo de batalla. Esta victoria es una condición necesaria para que no se repita de nuevo esta situación en el futuro, pues pondría a Rusia frente a su situación actual e irremediablemente haría cambiar la propia percepción rusa de su estatus como potencia mundial.
Por el lado ruso, se está empezando a cuestionar su poder militar. El poder político ya ha quedado muy erosionado estos meses, no calibrando la posibilidad de que el conflicto se extendiese en el tiempo. Actualmente, el poder militar está en duda por la necesidad de tener que emplear drones iranies de bajo coste, por lo que se espera que las dudas sobre la estrategia militar vayan en aumento.
Respecto a la posibilidad del uso de armas nucleares, no se espera su uso por la dificultad de preparación para poder ser lanzadas. Sin embargo, se ha considerado más factible que se usen armas tácticas nucleares, con un impacto focalizado y más fáciles de usar.
Por parte europea, las sanciones promovidas por la UE están perjudicando a los propios miembros, por lo que no se descarta un cambio de estrategia si el conflicto no evoluciona. Dentro de la UE se están erigiendo distintas opiniones. Por un lado, estaría el bando atlanticista que defiende que depender de la energía de Estados Unidos es una buena solución para reducir la dependencia del gas ruso.
Por otro lado, existe un bando que aboga por la obtención de recursos propios estratégicos, posibilitando la apertura de múltiples oportunidades de negocio en territorio europeo. Este bando defiende que no está claro qué sucederá en Estados Unidos después de las elecciones presidenciales del 2024, ya que el retorno del discurso republicano proteccionista del America First pondría de nuevo en riesgo la seguridad energética de los países de la UE.
Ferran Sanabre Gallardo
Observatorio amec
Estudiante en prácticas del Máster Oficial de Internacionalización de la Universidad de Barcelona.