El comportamiento del PIB y de la producción industrial suele ser un referente para prever la evolución del comercio internacional. El análisis de los últimos datos, no obstante, no nos permiten ser optimistas.
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Susana Gonzalez Ruiz
Observatorio amec
El comercio y el PIB están estrechamente vinculados. Como examina Oxford Economics en una nota reciente, la pauta histórica muestra que el comercio tiende a decrecer más rápidamente que el PIB durante las recesiones. Una de las razones es que la mayor parte del comercio es de bienes industriales, y la producción industrial tiende a caer más rápidamente que el PIB en las recesiones.
Efectivamente, hay una “elasticidad” unitaria aproximada entre el comercio de bienes y la producción industrial. Sin embargo, desde 1980, esta elasticidad parece haber aumentado un poco, posiblemente reflejando el impacto de la globalización.
Los datos del INE referentes a la producción industrial española en el mes de marzo muestran una caída importante, reflejo del cierre generalizado de las empresas en la segunda mitad del mes.
El Índice de Producción Industrial (IPI), corregido de efectos estacionales y de calendario, presenta en marzo una variación del -12,2% respecto al mismo mes del año anterior. En el caso de la industria manufacturera, la variación es del -14,7%, siendo la industria del automóvil la actividad más afectada.
En las previsiones económicas de primavera de 2020 de la Comisión Europea, se prevé que la economía de la UE se contraiga un -7,4% este año (en 2009 la contracción fue de un -4,5%). En 2021, se espera un repunte del 6,1% que, no obstante, no sería suficiente para compensar por completo la pérdida de este año.
El golpe será diferente para los diferentes Estados miembro, en función de la evolución de la pandemia, la estructura de su economía y de su capacidad de responder mediante políticas de estabilización.
Según las previsiones de la Comisión, el PIB de España será el tercero con una mayor caída (-9,4%), sólo por detrás de Grecia (-9,7%) e Italia (-9,5%). Entre los países con descensos más moderados destacarían Polonia (-4,3%), Austria (-5,5%) y Dinamarca (-5,9%).
El PMI manufacturero mundial, compilado por IHS Markit, muestra en abril su nivel más bajo desde el punto álgido de la crisis financiera mundial en marzo de 2009. De los 36 mercados encuestados, sólo China mostró un crecimiento de la producción, aunque algo oscurecido por el descenso de la demanda.
Asimismo, todos los países encuestados informaron de una caída en los nuevos pedidos de exportación. El índice PMI de exportación mundial es una medida a tener en cuenta, ya que ha mostrado un historial de anticipación de los cambios en los flujos de comercio mundial. Según IHS Markit, estos datos indicarían que el comercio mundial caerá a una tasa trimestral del 13%.
Visto el comportamiento de la producción en China, IHS Markit valora la posibilidad de que los datos de los indicadores de producción y nuevos pedidos para la Zona Euro hayan tocado fondo en abril. Sin embargo, advierte, la remontada será muy gradual, a medida que los países reactiven la economía evitando provocar un rebrote de infecciones. Lo más probable es que la mayoría de las empresas tenga que operar por debajo de su capacidad hasta la segunda mitad de año.