Después de tres años de extrema volatilidad, el Banco Mundial y la Economist Intelligence Unit (EIU) coinciden en su previsión de que los precios de las materias primas se estabilicen en términos generales en 2024.
Aunque el pronóstico es que los precios generales de las materias primas disminuyan ligeramente en 2024 y 2025, se mantendrán alrededor de un 38% por encima de los niveles prepandémicos. La persistencia de los altos precios de las materias primas se debe a varias fuerzas en juego:
El principal riesgo para las previsiones de precios surge de una escalada del conflicto en Oriente Medio. Un aumento de los precios de las materias primas impulsado por el conflicto podría retrasar la flexibilización monetaria global.
La inseguridad alimentaria, que empeoró notablemente el año pasado como reflejo de los conflictos armados y los elevados precios de los alimentos, también podría aumentar.
Los precios de los alimentos, piensos y bebidas aumentarán a lo largo de 2024, impulsados principalmente por la industria de las bebidas, ya que El Niño afectará la producción y, por tanto, los precios del café y el cacao aumentarán. Se vislumbra cierto alivio porque hay elevadas posibilidades de que El Niño termine a mediados de año.
La retirada de Rusia de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro plantea otro riesgo al alza para los precios mundiales de los alimentos, en particular el trigo, el maíz y las semillas oleaginosas. Sin embargo, Ucrania ha logrado exportar a través de rutas alternativas.
Se prevé que precios de los metales básicos aumentará en un promedio del 3% en 2024, a medida que la transición verde respalde la creciente demanda de minerales críticos.
La EIU avisa que las bajas reservas harán que el níquel sea susceptible a la interrupción de la cadena de suministro.
→ World Bank. Commodity Markets Outlook May 2024
→ Economist Intelligence Unit. Commodities outlook 2024