Las proyecciones globales de inversión extranjera directa (IED) para 2025, elaboradas por fDi Intelligence, división del Financial Times, presentan un panorama «cautelosamente optimista». La recuperación de la IED será frágil, enfrentándose a riesgos en aumento.
Las regulaciones y restricciones aplicadas por motivos de seguridad nacional se han estabilizado en la mayoría de los principales destinos de inversión. Paralelamente, muchos países en desarrollo están acelerando la implementación de políticas para facilitar y fomentar la inversión.
Sin embargo, los riesgos persisten y se intensifican:
La rivalidad geoeconómica puede afectar negativamente la inversión orientada a mejorar la eficiencia.
La elección de mercados de destino, históricamente fundamentada en la optimización operativa, reducción de costos y aumento de la productividad, ahora priorizará evitar barreras asociadas a conflictos arancelarios. Esto podría traducirse en desinversiones en China y un aumento de inversiones en México y el sudeste asiático.