El comercio mundial de mercancías crecerá un 2,4% en volumen en 2025, pero se desacelerará al 0,5% en 2026. Esta dinámica refleja que el crecimiento de 2025 es fruto de distorsiones temporales provocadas por los aranceles que se revertirán en 2026.
La actualización de octubre de 2025 del informe “Perspectivas y estadísticas del comercio mundial” de la OMC revela una bifurcación del comercio global en dos dinámicas completamente distintas: un comercio tradicional altamente volátil, reactivo a política arancelaria, y un comercio impulsado por la IA que crece de forma sostenida y responde a necesidades estratégicas.
El primer semestre de 2025 estuvo dominado por un fenómeno de «frontloading»: empresas y consumidores acumularon inventarios anticipando aumentos arancelarios futuros. Este comportamiento generó un pico artificial de comercio que ya comenzó a revertirse en el segundo trimestre y avanza la corrección prevista para 2026.
En el primer trimestre, las importaciones estadounidenses experimentaron un aumento masivo. Una parte sustancial de este aumento fue por compras anticipadas de bienes duraderos, no solo acumulación de inventarios. Esto significa que parte del aumento no se revertirá completamente en 2025-2026, porque representa consumo adelantado, no inventario que deba liquidarse.
El volumen de exportaciones europeas muestra un declive persistente: -2,9% en 2023, -1,7% en 2024, y apenas -0,3% en el primer semestre de 2025.
Además, el análisis del comercio muestra que el crecimiento europeo depende desproporcionadamente de sectores específicos como productos farmacéuticos y químicos orgánicos. Esta dependencia sectorial concentrada contrasta con la diversificación industrial que caracterizó históricamente a Europa. Europa no está creciendo por competitividad industrial generalizada sino por nichos especializados.
Mientras las exportaciones directas de China a Estados Unidos cayeron, éstas se incrementaron significativamente a otras economías asiáticas. Esto sugiere que China está profundizando vínculos comerciales dentro de Asia, y un posible desvío a Estados Unidos a través de terceros países.
El análisis de las importaciones sugiere una China reorientándose hacia mayor valor añadido: está reposicionándose en la cadena de valor global, moviéndose hacia producciones de mayor sofisticación tecnológica.
Por su lado, Vietnam y Tailandia fortalecen su rol en cadenas de suministro globales, apoyados por inversión creciente y estrategias empresariales de diversificación de riesgo. Esto no representa «deslocalización desde China» sino la emergencia de un ecosistema productivo asiático más complejo.
Según el análisis de la OMC, los bienes relacionados con IA representan el cambio estructural más importante en el comercio global desde la integración de China en la economía mundial.
Aunque los bienes relacionados con IA constituyen solo el 15% del comercio mundial, explicaron el 43% del crecimiento en el primer semestre de 2025. Mientras que el comercio de bienes no-IA creció apenas 4%, el comercio de bienes relacionados con IA creció 20% en volumen.
En contraste con otros productos, que experimentaron volatilidad extrema en 2025, los bienes relacionados con IA mantuvieron trayectorias de crecimiento estables y sostenidas.
El crecimiento global del comercio de bienes relacionados con la IA también desvela dinámicas regionales: Asia representa casi dos tercios del crecimiento, la contribución de Estados Unidos es aproximadamente un quinto y Europa contribuyó aproximadamente un décimo del crecimiento, significativamente menos que su peso en la economía global.