La sostenibilidad es una prioridad para el 80% de la ciudadanía europea, según un estudio que analiza su impacto en el consumo, las políticas y la actividad empresarial en 16 países.
El estudio Percepción de la ciudadanía europea sobre el desarrollo sostenible 2025, elaborado por Pacto Mundial de la ONU España junto a otras redes europeas, reafirma que la sostenibilidad es ya un valor esencial. El análisis, basado en más de 13.000 encuestas en 16 países europeos, revela una percepción ampliamente positiva del desarrollo sostenible.
El 80% de las personas encuestadas considera que el desarrollo sostenible debe estar en la agenda política, un porcentaje que asciende al 84% en el caso de la población española.
Por franjas de edad, el respaldo es especialmente alto entre jóvenes de 18 a 24 años (86%) y personas de 25 a 34 años (83%), seguido de 35 a 44 años (81%). Aunque la cifra disminuye ligeramente en los grupos de mayor edad, el apoyo se mantiene elevado: 45-54 años (77%), 55-64 años (76%) y mayores de 65 años (72%).
Un 75% de la ciudadanía europea cree que los gobiernos deben destinar más recursos a la implementación de la Agenda 2030. En España, esta exigencia se incrementa hasta el 78%. Además, el 77% de las personas encuestadas en España considera que las empresas deben asumir más responsabilidad.
Este resultado refleja una presión creciente por parte de la ciudadanía hacia todos los actores sociales para actuar de forma coherente con los principios del desarrollo sostenible.
El estudio revela que el 80% de la ciudadanía europea tiene en cuenta la sostenibilidad en sus decisiones de consumo, aunque solo el 27% lo hace siempre. En cambio, un 20% prioriza otros aspectos como el precio o la comodidad.
En España, el dato mejora: el 85% de las personas encuestadas afirma considerar la sostenibilidad en sus decisiones de compra. Además, este patrón también varía por edad: el 86% de las personas entre 25 y 34 años lo tiene en cuenta, frente al 73% de los mayores de 65 años.
El informe indica una clara demanda de normativas más estrictas. En países del sur de Europa como España (12,9%), Croacia (10,6%), Bulgaria (10,2%) y Portugal (9,4%), el porcentaje de personas que no apoyan más regulación es bajo. En contraste, en Alemania (24,2%), Austria (19,6%) y Países Bajos (19,1%), el rechazo a nuevas normativas es considerablemente mayor.
El 47,2% de los encuestados considera que las empresas tienen un impacto positivo en derechos laborales, mientras que el 42,8% lo percibe en derechos humanos y el 42,6% en protección ambiental.
Sin embargo, la confianza desciende al 35,4% en lo relativo a la lucha contra la corrupción. También se detecta preocupación por el greenwashing: uno de cada tres europeos duda de la sinceridad de los compromisos sostenibles de las empresas, y en España esta cifra sube al 40%.
El 70% de la ciudadanía europea considera que la sostenibilidad es un motor de competitividad empresarial. En España, el dato es aún más alto, alcanzando el 73%.
Asimismo, el informe valora el potencial de la inteligencia artificial como aliada para avanzar en sostenibilidad. Países como Finlandia (77%), Grecia (76%) y Croacia (73%) expresan un alto nivel de confianza en su uso con fines sostenibles.