Indonesia reduce el capital mínimo exigido para empresas extranjeras, en una iniciativa destinada a impulsar la inversión y fortalecer la cooperación empresarial en el país.
El nuevo marco regulatorio reduce el capital mínimo exigido de 10.000 millones a 2.500 millones de rupias (aprox. 160.000 USD), lo que rebaja significativamente el coste de entrada para empresas extranjeras que buscan operar o establecer filiales en el país.
La medida simplifica la constitución de sociedades de inversión extranjera y elimina una de las principales trabas administrativas que limitaban la llegada de nuevos proyectos.
Con esta reducción, Indonesia pretende ampliar el número y la diversidad de inversores, atrayendo tanto grandes corporaciones como compañías medianas que hasta ahora no podían cumplir los requisitos de capitalización inicial.
El reglamento introduce un modelo más adaptable que permite escalar las aportaciones de capital conforme avanza el proyecto, en lugar de exigir el desembolso total al momento de la constitución.
Esto resulta especialmente ventajoso para empresas con proyectos intensivos en talento o servicios, donde las inversiones iniciales se centran más en desarrollo y operación que en infraestructura física.
Además, el capital deberá permanecer al menos 12 meses dentro de la empresa, garantizando estabilidad durante la fase de arranque sin comprometer la liquidez a largo plazo.
Aunque la norma mantiene la protección a las micro, pequeñas y medianas empresas (MSMEs), permite e incluso fomenta las asociaciones con cooperativas y pymes locales en sectores donde la cooperación resulta estratégica.
Estas asociaciones, registradas en el sistema OSS-RBA, se han convertido en un mecanismo de colaboración regulada que facilita el acceso de empresas extranjeras al mercado local.
La reducción del capital mínimo sitúa a Indonesia en niveles similares a los de Vietnam, Tailandia o Malasia, países que tradicionalmente han atraído más inversión gracias a requisitos menos exigentes.
Esta armonización mejora la competitividad regional del país y lo posiciona como una alternativa más accesible dentro de la ASEAN para proyectos de manufactura, servicios avanzados o infraestructuras digitales.