Aunque aún existen muchas incógnitas alrededor de las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, hemos intentado prever las implicaciones de los posibles escenarios.
Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, en noviembre de 2024, se perfilan como un evento crucial no solo para la política interna estadounidense, sino también para el panorama internacional. El Partido Republicano y el Partido Demócrata representan dos visiones muy diferentes en términos de políticas económicas y exteriores.
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La economía estadounidense ha mostrado una gran resiliencia en los últimos años, aunque persisten problemas como la inflación y la desigualdad económica. Esta desigualdad, combinada con una creciente polarización política, está configurando un entorno electoral altamente dividido y ha intensificado la tensión social y política. Las dinámicas económicas y políticas internas de EE. UU. tienen repercusiones internacionales significativas, especialmente para la Unión Europea.
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Si Donald Trump vuelve a la presidencia, es probable que adopte un enfoque nacionalista y aislacionista en política exterior. Esto incluiría un menor apoyo a Ucrania y una actitud reticente hacia la OTAN, lo que podría debilitar la alianza transatlántica. Además, Trump podría reducir aún más la participación de EE. UU. en acuerdos internacionales sobre el clima y favorecer políticas mercantilistas, lo que afectaría negativamente el comercio internacional.
Como presidente, Trump en general evitó los acuerdos tradicionales en favor de un enfoque comercial con fuertes aranceles, destinado a presionar a China y al mismo tiempo proteger industrias estadounidenses, como la del acero, que consideraba estratégicas. Sin embargo, promulgó con éxito el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá.
En contraste, el Partido Demócrata promueve un enfoque más diplomático y cooperativo en sus relaciones exteriores. Buscan fortalecer las alianzas internacionales, apoyar a la OTAN y volver a los acuerdos climáticos como el Acuerdo de París. Este enfoque podría beneficiar a la UE, promoviendo la estabilidad y la cooperación en cuestiones de seguridad y cambio climático.
Hemos creado una rueda de futuro para anticipar las posibles implicaciones para las empresas, a partir de dos posibles escenarios: un escenario A donde el Partido Republicano sale victorioso de las elecciones y un escenario B donde vencen los Demócratas.
La reelección de Trump podría generar un entorno comercial más hostil para la UE. Sus políticas mercantilistas y de reducción de impuestos podrían intensificar las barreras comerciales y tensiones económicas transatlánticas. Esto afectaría a las empresas exportadoras europeas que dependen del acceso al mercado estadounidense.
En cambio, un segundo mandato de los demócratas probablemente favorecería un entorno comercial más predecible y cooperativo. Apoyan el multilateralismo y las relaciones económicas transatlánticas, lo que podría facilitar el comercio entre la UE y EE. UU. Las empresas exportadoras españolas podrían beneficiarse de una mayor estabilidad y previsibilidad en sus operaciones comerciales.
La postura de Trump hacia la OTAN y su reticencia a apoyar a los aliados europeos podría debilitar la seguridad regional. Esto obligaría a la UE a asumir un rol más activo en su propia defensa, posiblemente incrementando la inversión y redistribuyendo recursos que podrían afectar a otros sectores económicos.
Por otro lado, el apoyo firme del gobierno demócrata a la OTAN y su promoción de la cooperación multilateral reforzaría la alianza transatlántica. Esto proporcionaría un marco de seguridad más sólido, permitiendo a la UE centrarse en otras prioridades económicas y políticas sin la carga adicional de preocupaciones de defensa.
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Las políticas de los republicanos podrían resultar en nuevas barreras comerciales y aranceles para los productos europeos, afectando directamente a las exportaciones de bienes como productos agrícolas, textiles y maquinaria. Las empresas europeas tendrían que enfrentar costos adicionales y una mayor incertidumbre en sus operaciones comerciales con EE. UU.
Los demócratas, en cambio, con su enfoque en la lucha contra el cambio climático, podrían abrir nuevas oportunidades en el mercado estadounidense para las empresas europeas en el sector de las energías renovables. La apuesta por una economía más verde y las inversiones en energías limpias en EE. UU. podrían beneficiar a las empresas extranjeras especializadas en tecnología y servicios sostenibles.
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Las próximas elecciones presidenciales de EE. UU. tendrán implicaciones significativas para la Unión Europea y las empresas exportadoras españolas. La elección entre ambos partidos representa dos enfoques en política exterior y económica, cada uno con sus propias repercusiones para las relaciones transatlánticas y el comercio internacional. Las empresas y los gobiernos europeos deberán estar preparados para adaptarse a los resultados y las políticas que se implementen a partir de estas elecciones, buscando minimizar los riesgos y aprovechar las oportunidades que puedan surgir.