2025 será un año clave para la implementación del Real Decreto 1055/2022 y para avanzar hacia una gestión más sostenible de los envases y sus residuos. Repasamos los puntos más destacados.
El Real Decreto 1055/2022, conocido como Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, fue aprobado el 27 de diciembre de 2022 en España y establece medidas para mejorar la gestión de residuos de envases, con el objetivo de fomentar la reutilización, el reciclaje y la reducción del uso de materiales plásticos.
A partir de 2025, entrarán en vigor varias medidas clave que buscan avanzar en la transición hacia una economía circular. Algunas de las más destacadas son:
A partir de 2025, todos los envases que se comercialicen en España deberán ser 100% reciclables, es decir, tendrán que estar fabricados con materiales que permitan su reciclaje completo. Esto implica un cambio importante en el diseño de los envases, ya que muchos productos actuales utilizan materiales mixtos (por ejemplo, plásticos combinados con aluminio o papel) que dificultan su reciclaje. Los fabricantes tendrán que optar por materiales más sostenibles y fácilmente separables para cumplir con esta norma, promoviendo envases mono-material o más fácilmente reciclables en las plantas de tratamiento de residuos. Esta medida responde al objetivo de minimizar los residuos y optimizar los sistemas de reciclaje.
El Real Decreto establece que ciertos sectores, como el de la hostelería y restauración, deberán incorporar progresivamente envases reutilizables en lugar de envases de un solo uso. A partir de 2025, se fijarán cuotas mínimas de envases reutilizables que estos sectores deberán alcanzar. Esto implica, por ejemplo, que bares, restaurantes y cafeterías deberán servir algunas de sus bebidas o comidas en envases que puedan ser reutilizados varias veces, como botellas de vidrio o envases retornables, disminuyendo el uso de envases desechables.
El objetivo de esta medida es fomentar la cultura de la reutilización, disminuyendo la producción de residuos. Para facilitar su implementación, se prevé la creación de redes logísticas que faciliten la recogida, limpieza y devolución de los envases reutilizables, especialmente en grandes centros de consumo.
Uno de los grandes desafíos ambientales es reducir el uso de plásticos, especialmente los de un solo uso, que generan grandes cantidades de residuos y tienen un fuerte impacto ambiental, particularmente en los ecosistemas marinos. El Real Decreto establece una meta clara para reducir el uso de plásticos no reciclables en envases. A partir de 2025, los envases de un solo uso deberán estar fabricados preferentemente con materiales alternativos, como bioplásticos compostables o materiales reciclados, lo que limitará el uso de plásticos vírgenes.
Además, se espera que se impongan cuotas de reducción para algunos tipos de envases de plástico, incentivando a las empresas a buscar soluciones innovadoras y sostenibles. La meta es reducir tanto el volumen de residuos plásticos generados como su impacto en el medio ambiente.
El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) es una de las medidas más relevantes del Real Decreto y se espera que cobre mayor protagonismo a partir de 2025. Este sistema obliga a los consumidores a devolver ciertos tipos de envases, como los de bebidas (botellas de plástico y latas), a los puntos de venta para asegurar su reciclaje o reutilización. Los consumidores pagarán un depósito cuando compren bebidas y recuperarán ese dinero cuando devuelvan el envase vacío.
El SDDR ya se ha implementado con éxito en algunos países europeos, donde ha demostrado ser eficaz para reducir los residuos abandonados en el medio ambiente, aumentar las tasas de reciclaje y fomentar una economía más circular. Este sistema podría aplicarse de forma generalizada en España para 2025, aunque inicialmente se centrará en ciertos tipos de envases prioritarios.
En 2025, se establecerán requisitos mínimos para que los envases contengan un porcentaje de material reciclado en su composición. En el caso de los envases de plástico, se exigirá que al menos el 25% del material utilizado sea plástico reciclado. Esta medida no solo busca aumentar la demanda de materiales reciclados, impulsando la industria del reciclaje, sino también reducir el uso de materias primas vírgenes, como el petróleo en la fabricación de plásticos.
El uso de contenido reciclado en los envases es un paso importante hacia la circularidad de los materiales, asegurando que los recursos se mantengan en la economía el mayor tiempo posible y reduciendo la dependencia de materias primas no renovables. Esta medida también podría extenderse a otros materiales, como el vidrio y el aluminio, fomentando el uso de materiales reciclados en todos los tipos de envases.
Para 2025, se ampliará la prohibición de productos de plástico de un solo uso, que ya comenzó con la restricción de artículos como pajitas, cubiertos y platos desechables bajo la directiva europea de plásticos de un solo uso. El Real Decreto busca ir más allá de lo estipulado por la normativa europea, prohibiendo un mayor número de productos de un solo uso y promoviendo alternativas reutilizables o compostables.
Se espera que se incluyan más productos de este tipo en la lista de prohibiciones, como envases de alimentos y otros artículos desechables que puedan tener un reemplazo sostenible. Esta medida también busca incentivar la innovación en el diseño de productos más sostenibles, como envases fabricados con bioplásticos, papel o cartón reciclado, y otros materiales biodegradables.
→ Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases